Me agarró por sorpresa, la verdad fue un golpe inesperado. Ese día se desarrolló como el típico día de vacaciones intersemestrales, donde todos los días comienzan a las 10 de la madrugada, se desayuna con el almuerzo y el deja vú arcadiano e interminable de saber que todos los días son domingo, nos pone en la responsabilidad de no saber que hacer con tantos segundos para gastar. En esa época las cosas eran mas sencillas: No había internet, Millonarios ganaba la copa, América siempre quedaba segundo, La ficha costaba 10 pesos , la 127 hacia el nororiente era destapada y al puente vehicular que atraviesa el caño donde estaba la estatua de Luis Carlos Galán se le conocía como "el segundo puente", por que solo había tres.
Ir a Unicentro desde Chapinero por la séptima, era encontrarse con pequeñas sorpresas. Aún existían las casa-quinta y se podía ver ''el único lugar que lo tiene todo'' desde la estatua de Américo Vespuccio por la 93 con séptima, y a la altura de la 116 las vaquitas le mujían a uno contentas de estar mal amarradas en los pastales interminables y respirar el aire impuro de los primeros buses verdes chiquitos bluebird con servicio ejecutivo.
Muchos de nosotros ya estábamos en los últimos años de bachillerato, fue en aquella época que dejaron de decirle ''sexto'' de bachillerato y lo cambiaron por el mas sonoro ''once'' y el reclutamiento militar era solo un mal augurio de nuestros primos mayores o en el peor de los casos, simplemente el eco de una guerra lejana, cantada por unos gomelos del nueva granada .
Cuando entraba, el area principal de descanso se dividía en dos. La entrada 5 significaba maquinitas, jeno's pizza y dulces importados de la gran piñata. La 6 era la panamericana, los libros, las responsabilidades y las artesanías del Zipa.
la elección era obvia en aquel entonces.
Finalmente entrábamos. El olor dulzón del sudor de muchos muchachos, unos pensando que podían rescatar a Sarah Connors de su fatídico destino, Otros transportándose a la era Mei-ji y comienzos de Edo que se enfrentaban con espadas para vencer a punta de velocidad, tenacidad y destreza al mago de nombre inpronunciable.
Un mundo donde uno era realmente el protagonista y el inglés era tan solo el lujo de los que podían ir a ''Mayami''. Las decisiones las tomábamos nosotros. Las monedas las teníanos nosotros. Las peleas se acababan en rounds de 99 segundos. Nada se resolvía. No eran importantes los motivos por los cuales un norteamericano y un japonés con estilos semejantes de pelea se daban en la jeta a la orilla de un embarcadero o en los techos de una pagoda budista. O por que buscaban a ''Binson'' (sic).
Era una etapa donde todos estábamos parejos. Descubrimientos como el abajo, abajo-adelante, adelante y un puño, era sinónimo de jerarquía y respeto.
Nadie baticinó que ese sería el último día donde Ryu gritó hadouken!
A la semana siguiente y por espacio de unos 2 años, las maquinitas fueron desapareciendo. Desplazados por el Play Station y una generación de nuevos videojugadores, donde ser un espía y estar quieto por horas era la nueva moda. Fue el momento donde nosotros, los gladiadores de la palanca nos fuimos diluyendo en la marisma de las novedades tecnológicas, junto a los restos de la ciudad amable con sitios para ir a elevar cometa, acompasados de los ecos lejanos de las vaquitas de mirada triste al compás alegre de la pérdida de nuestra inocencia entre los brazos de la novia de turno.
Este es el listado de las maquinitas que habían en Unicentro. Es hecho a punta de memoria, y girones de conversaciones anteriores. Cualquier aporte, será bienvenido.No están sujetos a ninguna clasificación.
Street fighter II - The world warrior
Ir a Unicentro desde Chapinero por la séptima, era encontrarse con pequeñas sorpresas. Aún existían las casa-quinta y se podía ver ''el único lugar que lo tiene todo'' desde la estatua de Américo Vespuccio por la 93 con séptima, y a la altura de la 116 las vaquitas le mujían a uno contentas de estar mal amarradas en los pastales interminables y respirar el aire impuro de los primeros buses verdes chiquitos bluebird con servicio ejecutivo.
Muchos de nosotros ya estábamos en los últimos años de bachillerato, fue en aquella época que dejaron de decirle ''sexto'' de bachillerato y lo cambiaron por el mas sonoro ''once'' y el reclutamiento militar era solo un mal augurio de nuestros primos mayores o en el peor de los casos, simplemente el eco de una guerra lejana, cantada por unos gomelos del nueva granada .
Cuando entraba, el area principal de descanso se dividía en dos. La entrada 5 significaba maquinitas, jeno's pizza y dulces importados de la gran piñata. La 6 era la panamericana, los libros, las responsabilidades y las artesanías del Zipa.
la elección era obvia en aquel entonces.
Finalmente entrábamos. El olor dulzón del sudor de muchos muchachos, unos pensando que podían rescatar a Sarah Connors de su fatídico destino, Otros transportándose a la era Mei-ji y comienzos de Edo que se enfrentaban con espadas para vencer a punta de velocidad, tenacidad y destreza al mago de nombre inpronunciable.
Un mundo donde uno era realmente el protagonista y el inglés era tan solo el lujo de los que podían ir a ''Mayami''. Las decisiones las tomábamos nosotros. Las monedas las teníanos nosotros. Las peleas se acababan en rounds de 99 segundos. Nada se resolvía. No eran importantes los motivos por los cuales un norteamericano y un japonés con estilos semejantes de pelea se daban en la jeta a la orilla de un embarcadero o en los techos de una pagoda budista. O por que buscaban a ''Binson'' (sic).
Era una etapa donde todos estábamos parejos. Descubrimientos como el abajo, abajo-adelante, adelante y un puño, era sinónimo de jerarquía y respeto.
Nadie baticinó que ese sería el último día donde Ryu gritó hadouken!
A la semana siguiente y por espacio de unos 2 años, las maquinitas fueron desapareciendo. Desplazados por el Play Station y una generación de nuevos videojugadores, donde ser un espía y estar quieto por horas era la nueva moda. Fue el momento donde nosotros, los gladiadores de la palanca nos fuimos diluyendo en la marisma de las novedades tecnológicas, junto a los restos de la ciudad amable con sitios para ir a elevar cometa, acompasados de los ecos lejanos de las vaquitas de mirada triste al compás alegre de la pérdida de nuestra inocencia entre los brazos de la novia de turno.
Este es el listado de las maquinitas que habían en Unicentro. Es hecho a punta de memoria, y girones de conversaciones anteriores. Cualquier aporte, será bienvenido.No están sujetos a ninguna clasificación.
Street fighter II - The world warrior
Super Street fighter II - The new challengers
Mortal Kombat
Mortal Kombat II
KOF 98
KOF 96
KOF 94
Fatal Fury Special
Art of fighting III - The path of the warrior
The last blade
The last blade II
Samurai Shodown I
Samurai Shodown II
Samurai Shodown III
Samurai Shodown IV - amakusas revenge
Airwolf
Shinobi
Double Dragon I
Double Dragon II
Elevator Action
Dig Dug
Altered Beast
P.O.W
NAM 1975
POLE POSITION
Suzuka 8 hours
Terminator II
Sonic Blastman
the combatribes
vendetta
daytona
buggy challenge
outrun
haunted castle
snow bros.
Montecarlo grand prix
space invaders
NBA Jam
Mortal Kombat
Mortal Kombat II
KOF 98
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